por Fernando Aíta
Cancha a full. Mucha euforia. Equipo promisorio: Carrizo; Zanetti, Angeleri, Heinze; Maxi Rodriguez, Gago y Masche, Jonás Gutiérrez; Tevez, Messi, Agüero.
Maradona cita un tercio de jugadores locales (Andújar, Battaglia, Rolfi, Papa, Forlín). Aparte de las exportaciones, ojalá que repercuta en el nivel de juego del campeonato argentino: pónganse las pilas, muchachos, que Diego los ve a todos.
En la previa con Daniel extrañamos la imagen de Román con la 10 (Pier está contento de que el Diego se lo sacó de encima y se la dio a Messi).
El Kun sale con Benjamín en brazos. ¿Cuatro generaciones? ¿Cinco? Fútbol y familia.
El equipo arranca bien, con actitud. Falta un poco de claridad. Pier, fastidiado con la transmisión, dice: "Me gustaría que Macaya dirigiera un equipo". Toda una opinión sobre el periodismo.
Argentina juega por abajo, apuesta al toque y a los mano a mano de Messi (desde la derecha), Tevez o el Kun contra los defensores. Los fauls se juegan cortos por abajo. Centros sólo cuando suben los defensores. Si le sale una a cada uno por partido es un festival.
En el báner aparece el Colorado De Narváez y segundos después la cámara lo enfoca en el estadio (dos veces). La pauta: fútbol y política.
20 minutos, pasajes plomos. Aparece una animación con la Copa del Mundo y genera más ansiedad: ¿a esta altura no es esperable un cuatro a cero y jugar de taco y rabona? ¿Cómo bajamos un cambio hasta el año que viene? Fútbol y entretenimiento.
¡Qué golazo! Un aparente error (de Zanetti) terminó en camino. Linda la pared Messi-Tevez, impecable el toque para definir de Leo.
Un grupete canta "Soy de River". Los chiflan.
Esperamos que el partido se abra. En el entretiempo llega Gonzalo y dice que viene para ver los goles.
A los 6' estamos 3 arriba: a los dos, desborde y centro de Messi desde la derecha, para la volea y primer gol de Carlitos en eliminatorias (fue a abrazar al Rolfi al banco). 4' después, tras pase de Agüero, Maxi de volea con ayuda de un desvío.
Se ve a Bilardo en las tribunas: le sacaron el volumen a sus delirios, pero se leen los labios que repiten Gol, Gol, Gol, Gol. Gol, Gol, Gol, Gol y mueve los brazos.
Mascherano tarda un poco menos que cualquier jugador en llegar a todas. ¿Verá el futuro?
El cuarto: llega, con enganche en el área grande, tiro cruzado y rareza del arquero, el gol del Kun. Todos con la cuota al día.
Entra Verón (silbidos y ovaciones) por Carlitos para toquetetear y tenerla. Va Di María (hace un par fantasiosas) por Maxi (Jonás pasa a la derecha y la rompe ahí también). Milito por el Kun.
Siguen el toque y las acciones de peligro. En el minuto 98 Messi casi se manda un gol de aquellos.
Gran satisfacción. El Diego recibe a cada jugador con un abrazo en la puerta del vestuario. Da gusto.
ayer fue también un chau, nostalgia. cuando la gente cantaba "Ole, ole, ole, Diego, Diego, Diego" era por un motivo del momento, y no una queja por el juego del equipo o la onda de apelar a la vieja gloria. lindo!
ResponderBorrarPor ahora todo bien, pero para cuando llegue el momento de queja (el fútbol tiene esos ciclos), el grito ya está en la gatera. Van a gritar: Riqueeeeelme, Riqueeeeelme.
ResponderBorrarHacen mal en extrañarlo. Riquelme se inmoló a lo bonzo y ya no existe, ni su magia, ni su abulia.
Recordemos eso ahora que no se lo necesita y, por favor, no lo reclamemos cuando creamos que hace falta.