martes, 30 de septiembre de 2008

River 3 – Racing 3: cronista mojado y de mal humor

Por Hilario González

El clásico más antiguo del fúbol argentino, jugado en el estadio Monumental, el 28 de septiembre, Día Nacional del Hincha de River Plate (sic) en homenaje al nacimiento de Angelito Labruna (no creo necesario un link)...

Así podría haber empezado, pero no. Si alguien sabe algo de reciclar papel, le paso el estropajo en que quedó convertida mi libretita de apuntes y hablamos. La lluvia aguó mi intención de hacer una buena crónica del partido: me mojé hasta las pelotas.

El agua sólo me dejó unas imágenes en la memoria y un par de fotos en la camarita del celular:

1- Moralez es verdaderamente más pequeño que el banderín del corner. Eso no impidió que cada vez que Gerlo le mostrara la raya, el enano se abusara de Paco.

2- En el gol de Buonanotte, la pelota pegó en Rosales que estaba en Babia (esto sí que vale un link), se había quedado parado señalándole al árbitro la posición que debía mantener la barrera (no sé si esto se vio en la tele, pero yo lo vi posta). El rebote descolocó a Martínez Gullota (que quiere y quiere ser protagonista) que no pudo retener y bla, bla, bla.

3- El partido fue el show del resbalón y del gol accidentado, protagonizado por dos equipos que vienen con la pata izquierda. Como no fue posible que los dos perdieran, el azar se confabuló para arreglar un empate en base a rebotes caprichosos.

Cruzando insultos con el pelado en cuero y otros racinguistas.


Una jugada que no fue gol.


“Flaco, apagá la cámara que es mufa” y no saqué más fotos.

lunes, 29 de septiembre de 2008

Civelli se inunda



Por Laurent Jacobi, corresponsal en Marsella.


Renato Civelli (ex Banfield, ex Gimnasia), el grande defensor del Olympique de Marsella, no estará al entrenamiento los próximos días.

El técnico, el Belgo Eric Gerets explicó: “Civelli se fue a pescar al Goudes (un playa retranquila de la zona) con amigos. Una onda mas grande que otras lo sorprendo. Fue proyectado frente las rocas y falta se ahogarse”.

Mas miedo que malo por Renato. Sufro solamente de arañazos.

Esperando una linda convalecencia y otro tipo de remontada. Frente al Kun Aguero en la champion el proximo martes o mas seguro, al aire libre de las estadísticas.

Desde el principio de la temporada Renato tengo una balance perfecta : 0 goal, 0 tarjeta, 0 partido.

viernes, 26 de septiembre de 2008

¿Quién da más?

Por Fabián Preciado

La historia es así: muy pronto van a realizarse elecciones en Racing para que los socios puedan elegir a las autoridades que gobernarán el club los próximos tres años (en la actualidad, el club de Avellaneda es conducido por un interventor, un órgano fiduciario de tres personas, y un juez). Claro que, uno de los principales problemas para establecer una fecha definitiva de los comicios es que primero hay que pagar la última cuota de la quiebra: 4 millones de pesos. De cualquier manera, como mucho, se supone que en marzo se tendría que votar.Por todo lo dicho, los días que La Academia juega de local, el clima electoral en las adyacencias del Estadio aumenta partido a partido. Pasacalles, pintadas, gente hablando de política antes de entrar a la cancha y chicas ligeras de ropa repartiendo volantes (la agrupación de un ex novio de Moria utilizó ese recurso el último sábado); hacen que el hincha de Racing viva una politización como -me animo a decir- hacía décadas no se veía.
El tema es que todo este clima proselitista, hizo que a mí me dieran ganas de averiguar que tengo que hacer para poder votar. Puede parecer una pregunta tonta pero no es tan así: Resulta que en la última época de Fernando I o en los primeros meses de Fernando II (ya no recuerdo) tomé la decisión de no pagar más mi cuota social y empecé a ir a la cancha cuando me pintaba, echando mano a los tipos de control, que me conocen hace muchos años. En lugar del sagrado ritual que durante años había practicado, opté por esta práctica, más propia de periodista partidario (?) que de hincha. Ya se, no debí hacerlo pero lo hice. Lo hecho, hecho está (?).
La cosa es que el sábado me dirigí al Centro de Atención al Socio, que se encuentra -paradójicamente pero esto es Racing- debajo de la popular visitante. Cuando le expliqué la situación al joven empleado del club, este me solicitó el carné.
Acto seguido, mientras lo sostenía el plástico con su mano izquierda, miraba con preocupación el monitor de su computadora. Después anotó unos números en un papel y estoicamente me soltó:
-Esta es tu deuda.
Al ver el papel solo atiné a exclamar:-¡A la Flauta!
El papelito, escrito con tinta azul, mencionaba la friolera de ochocientos pesos.
Entonces, se me ocurrió una idea mejor: Salvo que la denominada "Mesa de Enlace" (el grupo de socios más combativos que siempre estuvieron contra el gerenciamiento) pueda consensuar una lista de unidad -cosa que, hoy por hoy, yo veo difícil-, el resto de las agrupaciones con posibilidades de ganar llevan como candidatos a dos clases de personas:

1-Los Garcas que todos/as conocemos.

2-Gente grande (por no decir anciana) que conserva algún prestigio pero tiene detrás a otros impresentables que todos/as conocemos.

Así que la idea es la siguiente: ¿Quieren mi voto? Muy bien, entonces páguenme la deuda. Sí señores, leyeron bien. Son 800 mangos, una bicoca comparada con lo que ustedes se van a afanar una vez que asuman el gobierno del club y empiecen a rapiñar porcentajes de los pases de los jugadores. Así yo puedo volver a ser socio pleno y disfrutar de la cancha y de la pile (?) sin perder mi Nº de Socio original.

Va en serio, piensenló.

NOTA: no voy a dar mi Nº de Socio. Si tienen una propuesta seria comuníquense con este blog y lo charlamos.

martes, 23 de septiembre de 2008

El Catch llegó al Fútbol

Por Fabián Preciado
Es sabido que los defensores paraguayos, aunque eficientes, tienen fama de recios o -cuando menos- exageradamente rústicos en su ardua tarea de proteger el arco propio.
Sin embargo, me parece que a los muchachos de Telam, en su afán por mantenernos informados a todos los hinchas de Racing, se les fue un poco la mano.
La imagen que ilustra el post (click para ampliar) es de hoy a la tarde, cuando los periodistas de la Agencia Oficial no tuvieron mejor idea que ponerle esta máscara a Marcos Cáceres, zaguero de La Academia, convaleciente de una fractura de tabique nasal, que obviamente no es la que utilizaría en caso de jugar.
Más bien, con esa máscara, Cáceres podría calzarse una malla enteriza e ir a probar suerte a este lugar.

lunes, 22 de septiembre de 2008

Pesadilla millonaria, por Mariano Fiszman.

Ulises erre, 13 años, de River, el viernes a la noche soñó que en un partido en el Monumental todos los jugadores se agarraban a trompadas. Entonces bajaban desde lo más alto de las tribunas dos camiones, entraban a la cancha y mataban a todos los jugadores.

Simeone es el Neobielsa. Alguna vez su maestro puso un mediocampo con Lucho Gonzalez, Kily Gonzalez y Mariano Gonzalez. Su locura quedaba expuesta en ese lapsus. Ayer el discípulo, en Tucumán, armó el equipo para que le quedaran abajo Gerlo y Merlo. En el primer tiempo le dio resultado, Merlo hizo el gol, gran jugada. Después, dice que faltaron huevos. Según Simeone todo depende de la entrega. No sabe qué entregar, pero entrega. Decíle que mire lo que le pasó a Antonini.

Lucas efe, 7 años, de River, el domingo a la noche mira Fútbol Deprimierda y pide que le avisen cuando vienen los goles de San Martín de Tucumán para taparse los ojos. Después payasea: Buah, no tenía manos para taparme los oídos.

Crónica atrasada del Boca-Independiente, del flequillo de Assman, y consideraciones generales acerca del arquero

por Daniel A. Liñares

Boca-Independiente en el televisor del club estrella. Los parroquianos de siempre que juega Independiente. El referí pita, el reloj empieza a correr.

00:01 (cero minutos, un segundo): Pepo, el kiosquero, grita: “¡La hora, referí!” Una humarada que por consabida, bien llevada a cabo no deja de ser sutil y efectiva.
01:00 (minuto uno): Corner para Boca. Primer plano de Assman que se acomoda el pelito.
10:22: Atajada de Assman. Primer plano de Assman despeinado.
16:00: Primer plano de Assman que tiene el pelo delante de los ojos y se lo corre.
16: 30: Plano de Dátolo que trota volviendo de una situación de gol. Dátolo es el jugador más rocabily de todos.

Atemporal: Ley Nº 1 del arquero: El pelo, corto.

21:15: Román se seca la transpiración con la camiseta. Abajo, tiene puesta otra camiseta de boca.
26:00: Patea Núñez desde 30 metros. La pelota no entró; el línea está humanamente imposibilitado de comprobarlo. Habría, si se resisten en acudir a la tecnología de video, que agregar dos jueces de línea más, uno en cada línea de fondo. Se puede comprobar geométricamente que el juez de línea que intervino en esta jugada no tiene un ángulo de visión adecuado, y no por no estar donde tendría que estar, porque el línea acaba de tener que estar en paralelo a Núñez que acaba de recibir la pelota, para poder determinar si está en orsai. Y no se puede teletransportar 30 metros para ponerse sobre la línea de fondo. La vincha de Núñez es mejor que la de Assman, o se peina mejor; y además no tiene que revolcarse tanto.
35:00: Vuelvo del baño. No pasó nada, me dicen. Pregunto por el flequillo, si Assman se despeinó en algún momento. Nadie me sabe decir.
38:50: Fredes tiene que jugar de enganche.
41:00: Tapada de Assman. Yo grito: “¡Cortáte el pelo!” Tengo fe de que de alguna manera le llegue.

Entretiempo: Consideraciones acerca del arco, es decir del arquero: Pienso en la interna de la selección: Parece que la jugada del error Heinze/Abbondancieri desató una fuerte interna en la selección. Porque el Pato no se hace cargo de que la mayor cagada se la manda él: la vaciación de arquero. No se hace cargo de que cuando ataja para la Selección al minuto 5 ya tiene caca en los pantalones y le molesta. No se hace cargo de la capitanía implícita de todo arquero, por ser el que tiene mayor panorama de visión tiene que mandar. Es una cuestión de ajedrez, si queremos. El 1, el 2, el 5, el 10, el 9: Los puestos fundamentales, las puntas de lanza, el eje de un equipo. Nadie sale campeón si le falta un gran jugador en alguna de esas posiciones, que podrían resumirse a tres: el 1, el 5 y el 10, acaso. Nadie sale campeón sin arquero. Ustari volvió más humilde del Mundial. Más gallina. Todo bien con el Pato Fillol, es una masa como persona y fue un gran arquero, de los que aportan seguridad; el Pato Abbondancieri lo mismo en cuanto a sus cualidades como persona (Aunque sus lesiones siempre lo victimizan y le evitan aprender de sus errores, y se lesiona porque tiene miedo: cuando andás con miedo seguro que algo malo te pasa); está todo bien con todos los patos del mundo (qué carga ese nombre, ¿no?: Patricio), está todo bien con todos los patos, pero no con las gallinas. Y Abbondancieri es el jugador más gallina que jamás haya jugado en Boca, se desconoce antecedente. Y ganó todo con Boca, pero porque estaban Román, el Guille (¡Qué plus!), Palermo, el 5 (¿Chicho?), el 2 (¿El Patrón? Estaba coso, barbeta, el 6... que también en la Selección fue un fracaso). El Pato entró en la succión, como quien dice.

Segundo tiempo.
13:50: Tapadón de Assman.
21:00: Tapadón de Assman.

viernes, 19 de septiembre de 2008

Para entender a Sergio Gendler*

por Fabián Preciado

1- Un lunes cualquiera, llamar a un amigo de esos que al tomar una cerveza empiezan a decir boludeces.

2- So pretexto de cualquier excusa, invitarlo a casa para tomar una birra bien fría cerca de la ocho de la noche.

3- Colocar la TV en Canal 13 (o el canal que tu operador de cable le tenga asignado) y destapar la cerveza.

4- Procurar que tu amigo tome como a él le gusta. O sea, mucho.

5- Esperar hasta que aparezca Sergio Gendler para comentar el resumen de la fecha.

6- Mientras miran los goles y las jugadas en Telenoche, prestar atención y escuchar como las apreciaciones de Gendler y las de tu amigo son las mismas.

*Empíricamente probado.



jueves, 18 de septiembre de 2008

Fecha 6

por Fede Merea

Central-Arsenal
El Equi tira un caño que no es normal. Fijensé que no es que lo tira, la pelota pasa entre las piernas del marcador y él, el Equi, sale rápido a buscar la bola; no. Lo tira medio con un puntín lateral tres dedos, le pega massé en términos de billar o pool, la bola agarra back-swing en jerga golfística; vean que casi la tiene que esperar a que le vuelva. Encima después la domina tranquilo, literalmente en una baldosa, se la pica al arquero y se la sacan en la línea. Notable.

Gimnasia-Tigre
Martin Morel tiene con que cancherear.

Boca-Argentinos
Qué botones asquerosos son algunos periodistas. Qué TV policía. El telebeam es a veces risible. No voy a defender a los líneas, sólo digo que es físicamente imposible desde su posición, a la carrera, con el griterío, las puteadas, las escupidas ver un 0,2 metros.
¿Es mi impresión o todos los árbitros son como unos pelados con crestitas?
¿Esto obedece a directivas de la AFA?

Colón-Lanús
Chiquito: los goles bobos que te comés son inocultables. Ahora, careteála un poco, volá (aunque sea para la foto), hacé algo.
El bichi Fuertes está feliz, dice:”La gente, el día, el gol.”
Sand declara con lógica capitalista: “Me debo a Lanús. Lanús puso la plata. Ellos no.”

Newells-Huracán
El Ducó está inhabilitado. Lo iban a habilitar, pero la jueza estaba enferma. El globo tiene un DT interino. Le hacen una nota que da la impresión que lo sacaron en la mitad de un asado. Los de Newells se quejan de la cancha chica.

Independiente-Gimnasia de Jujuy
Nuñez por 3. Basta de la boludez del jartric o como mierda se diga.
Es inevitable comentar el “Che, qué corbata linda” que le manda el Bichi al notero.

Estudiantes-San Martín de Tucumán
Aunque suene feo, de porteño culeado, hay que decir que San Martín tiene camiseta de equipo del interior, lo mismo que Gimnasia de Jujuy. Diseños confusos, cacofonías, profusión y diversidad publicitaria. Ahora también hay que decir: ¡Cómo los bombean a los equipos del interior! Hacen un gol perfecto y se lo anulan. Después Andujar se aparea con un pícaro, la pierde de vista y les empatan. Renuncia Boquita y se abren las apuestas: ¿Cuál es el próximo DT que cae?

River-Velez
El cholo DT; su autocrítica, su severidad. Como jugador me caías mejor.

San Lorenzo-Banfield
El Cuqui Silvera la vuelve a meter: buenos recuerdos, buenas perspectivas para el ciclón.
El gol del indiecito es un poema. No se ven muchos goles así en nuestro fútbol.

Sexta, sexta

por Alejandro Güerri

Argentinos 0 - Boca 0
Ojo con Peñalba, un jugadorazo.
El mano a mano con el arquero: un momento trágico y sublime. Caranta se lo tapa a Romero.
"Hoy si no las metés, no ganás", dice Morel.
¿Y mañana?

Lanús contra otro equipo: 3 a 3
Alguien que haga un dibujo animado, cuyo superhéroe sea Chiquito Bossio.

Independiente 3 - Gimnasia (Jujuy) 2

Núñez goleador.
La cara de dragón de Borghi. "Che, qué corbata linda", le dice al periodista.

Central 3 - Arsenal 0
Caño y sombrerito, lujo del Equi.

Racing pierde contra otro equipo
44 del segundo, gol de ojete. No sé cuánto Gullota, un choto. La desgracia infinita de Racing.

Tigre 3 - G.E.L.P. 1
Hacer un gol en contra, lo peor del fútbol.

Estudiantes 1 - San Martín Tucumán 1
Renunció Boquita.

River 0 - Vélez 1
El Cholo se enoja un montón.
¿Será bueno eso para los jugadores?

San Lorenzo 3 - Banfield 1

El gol de Solari.
Pared y toque por arriba.
Lo mejor de la fecha.
"Estoy contentísimo", dice el Indio.

Resumen de la Fecha 6

por Fernando Aíta

Godoy Cruz - Racing

Al Chocho (que se fue a la B) lo reciben como el orto. La Academia domina todo el partido pero no puede meter un gol ni en la pleisteishon. En la última El Tomba los vacuna. La frase habitual: Pobre, Racing.

Rosario Central - Arsenal
Central juega de amarillo medio flúo y una propaganda enorme de Paladini: parecen repositores; el Arse, celeste con la banda roja: no es algo lindo de ver. Lo mejor es un cañazo del Equi González cerca del área chica, que después se la levanta al arquero jugado, pero un defensor la echa al córner, otra pisada del 10 dentro del área, y el chutazo del Turco Zarif para el tercero. Matellán y Crisitian Díaz no cuestionan la goleada y admiten que jugaron horrible. El inconstante Dani Garnero y el amenazado Vitamina Sánchez estuvieron de pie en los bancos.

Tigre - Gimnasia de La Plata
Morel la clavó de tiro libre y le fue a dar la mano a Cagna que lo sacó con Racing y hoy lo puso de suplente. Gimnasia estaba arriba con un gol en contra pero lo dejó escapar: Sanguinetti rennunció; le piden que siga. Tigre metió 3, lomismo que Cantral, El Rojo, El Ciclón, y Colón-Lanús.

Banfield - San Lorenzo
Bertolo, otro de Boca en Banfield que la está rompiendo. Qué golazo de Solari: pared por la derecha con Adrián González (la fecha pasada clavó dos tirolibres), cuatro tipos quedan parados y el Indiecito la cucharea por arriba del arquero. La vuelta de un exquisito. El Ciclón en la punta con 13 puntos.

Argentinos - Boca
Riquelme es diferente. Peñalba la pisa. Los córner son cualquiera: todos abrazados. Fútbol de 1era es de cuarta: el Telenoche del balompié, la policía científica de la legalidad, que mientras tanto te vende algo todo el tiempo (lo botonean a Battaglia por cambiar la camiseta). Boca no gana pero sigue arriba (11 ptos. con un partido menos). El paraguayo Morel Rodríguez: "Hoy si no la metés, no ganás" (¿fútbol y minas?).

Colón - Lanús
Volvió el Bichi Fuertes y marcó. Bossio es un holograma de si mismo. El Turco Mohamed está para los Oscar o el cumple de Don King. El técnico de Lanús tiene veinte años. Se cagaron a goles.

Huracán - Newells
El Globo (ya sin Ubeda) no mejora: los zafa un tiro libre del venezolano Gonzalez. Los de Ñuls flojitos. El Ogro Fabbiani dice que la cancha del Bicho es muy chiquita y no se puede jugar (el tiene un ancho importante).

Independiente - Gimansia de Jujuy
Núñez, sos un groso, chabón, qué tripleta enchufaste, papá. (Sacate esa vincha horrible o la publicidad). El campo de juego del cilindro está muy pixelado. Jujuy merece más. Furchi es horrible.

Estudiantes - San Martín de Tucumán
Los tucumanos tienen huevos y van al frente, a buscar. Estudiantes con una base campeona (Andújar, Alayes, Angeleri, Verón, lesionado; Benítez, Braña) y buenos refuerzos (La Gata, Boselli), no le encuentra la vuelta: ¿se cae un candidato? Renunció Sensini.

River - Vélez
El Fortín le sacó el invicto de local al Cholo, que no encuentra al equipo. Ánimos caldeados. El pibe Ríos metió un lindo gol, anecdótico; Buonanotte la mueve. Tocalli, bajo perfil, anda derecho.

lunes, 15 de septiembre de 2008

Clásico visitante

por Fernando Aíta

Cuando me bajé de la bici y me despedí de mi anfitriona en la puerta del Bar Cervantes gritaron un gol. Me imaginé que en Firmat habría más bosteros que hinchas del Rojo.




El café está lleno de hombres que se felicitan con palmadas o sacuden la cabeza y levantan las manos hacia el televisor. Dan la repetición: En la puerta del área grande Palacio se la lleva en el mano a mano con Rodríguez, engancha y la pone entre el primer palo y el defensor. Impecable. Assman (figura del partido, por lo que vi después), nada que hacer. Iban dos minutos del segundo tiempo. Dátolo parece un Thundercat. Me pido un café (aroma fuerte, sabroso), $2,50.

Por suerte Independiente empata al toque. Boca queda de festejo. La tocan casi sin marca: Núñez, Fredes, El Rolfi desde el fondo del área la levanta para que Gandín entre solo por el segundo y la meta de cabeza sin despeinarse. Lo grito pero despacio por las dudas: hay un par con gorritas xeneixes con cara de tumba. Para congratularme me pido un ferné, $5,50.

En una mesa al lado de la entrada, un par de pibes de veintialgo trajeron a las únicas mujeres del local, que salen y entran y mandan mensajitos. En otra unos viejos desentendidos del dramático clásico juegan a las barajas por porotos. Y una pareja sacude las bolas de pool.

Boca vuelve a la carga. Sale el goleador visitante y entra Higuaín (“Este es una verga”, dice un parroquiano). Y a los 30’ el partido se degenera. Montenegro traba con Paletta cerca del mediocampo. Los dos quedan sentidos y salen para que los atiendan. Al rato de volver, amarilla para el Rolfi. Pero el línea llama a Lunatti para avisarle que entraron sin autorización. Amarilla al de Boca y segunda para el de Independiente: primera expulsión de Rodolfo en su carrera. “Corruptos”, grita un lugareño, entre risas.

–¿Te acordás cuando te daba pan duro para los perros y vos lo rayabas lo vendías?
–Andá, si vos la guita que tenés la hiciste conmigo.

Los tipos parecen chiquilines: se tiran los sobrecitos de azúcar, llaman en e
l hombro a uno y se dan vuelta. Boca va y Assman se engrandece. A los 45 Lunatti echa a Rodríguez por un gesto que le hace al línea (no había cobrado un ¿gol? ¿picó en la raya?). El uruguayo después lo caza del cogote. Un mamarracho. Dan cinco de descuento. Parece choreo y que Boca gana. A los 49 y pico patean un córner. La bocha cae al área. La saca el Uno. Battaglia no puede con el rebote (está en orsai). Otro sí, sacude la red. El árbitro pita. Todo anulado. Final. Salvamos las pilchas, Bichi. Salió barato.

domingo, 14 de septiembre de 2008

Una expulsión inédita

por Fabián Preciado

Hoy, El Rolfi Montenegro fue expulsado por primera vez en su carrera. Llevaba 283 partidos sin ver una tarjeta roja y, por si fuera poco, tampoco había sido echad
o por Copa Libertadores ni por Copa Sudamericana.

Los únicos jugadores en actividad que hasta ayer superaban a Montenegro son Carlos "Chiquito" Bossio, que nunca fue expulsado en sus 319 partidos como profesional, y Claudio Enría, récord total con 373 encuentros disputados.


Más allá de estos números, que impresionan, me quiero detener en las increíbles circunstancias que rodearon a la primera expulsión en la carrera de Rolfi:

1- Rolfi debió haber visto la roja directamente por el foul de su amonestación.

2- Según el árbitro, Montenegro regresó al campo de juego, junto con Paletta, sin autorización. Por eso a los dos les cabía la amonestación, pero como el 10 de Independiente ya estaba amonestado, fue expulsado por doble amarilla.

Ahora, mi pregunta es: ¿Dos jugadores de equipos distintos cometen la misma falta técnica al mismo tiempo?

No me termina de cerrar. Es claro que el error es del réferi. El tema es que, obviamente, de Boca nadie protestó porque jamás vi a ningún equipo protestar la expulsión de un rival.

3- Es insólito que un juez de línea tenga que avisarle al árbitro que hay dos jugadores que ingresaron sin autorización, porque esa es una potestad exclusiva de éste. Así como un juez de línea no puede disponer, por ejemplo, de cuanto tiempo se adiciona tampoco puede interpretar que dos jugadores entraron sin permiso.


4- Después del partido, ambos jugadores coincidieron en que vieron al juez hacer el gesto de que ingresaran, mientras que el juez se defendió diciendo que su gesto fue el OK para que se hiciera el lateral. El sentido común indica que Lunatti debió haberles otorgado el beneficio de la duda y dejar pasar la jugada, como tantas otras que los referís dejan pasar mirando para otro lado.

5- Es una vergüenza que tipos como Lunatti, que no tienen el más mínimo criterio para hacer su trabajo, dirijan en la Primera División de nuestro fútbol. Este señor no podría dirigir ni un partido de FADI, puesto que a la primera cagada que se mande sería ajusticiado por la mamá de alguno de los pibitos que juegan en dicha liga.


martes, 9 de septiembre de 2008

Pobre Messi, por Mariano Fiszman

Pobre Messi

Pobre Messi. Pobre viejo Leo Messi. Sin temor a equivocarme puedo asegurar que todos los que ayer estuvimos en Paysandú viendo la final de la liguilla clasificatoria para la Copa América Unida 2030 en algún momento sentimos y dijimos lo mismo: pobrecito.... El que alguna vez fue el “Mesías” salió a la cancha con su aspecto de las últimas semanas, apático, los ojos gelatinosos, la lengua fofa entre los labios y ese gesto de tirarse el mechón hacia atrás que hoy, con la calva ganándole por goleada, resulta un tic esquizo escalofriante. Bajo la camisa listada blanca y marrón de Paysandú, bajo la publicidad de cerveza Pilsen Gold, se traslucía, sobre su panza voluminosa y su pecho hundido, la foto de la cara de Jennifer, su musa inspiradora, esa antigua novia de la infancia que tal vez vaya a ser siempre su amor imposible. La historia es conocida. El juramento en un terraplén del viejo y pobre Rosario, el viaje a Barcelona que los separó, la fama, el casamiento de Jennifer con un pedicuro, los millones de él, los hijos de ella, las cartas sin respuesta, los triunfos, las lesiones, la soledad, los años, siempre los años, y la pelota, esa puta que se busca otros más jóvenes, más ricos y más rápidos, y la hemiplejia del pedicuro y los nietos mellizos y Jennifer firme incapaz de abandonarlos, y finalmente Messi que deja el Stars de Alaska y firma con Paysandú con la ilusión de estar cerca de ella. ¿Qué es cerca, en el amor? ¿Qué es lejos? Siempre estuvo a mi lado, dice Jennifer. Nunca pude estar con ella, llora él. Y la pelota gira. Y entre las piedras y los pozos y las matas del estadio Berugo Es Uruguayo, del Paysandú, vemos a Messi deambular sin sentido. Rodeado de hostiles camisetas azules y amarillas, no la toca. O la pelota no le llega o le rebota, o no se entiende con los compañeros, o el nudo en la garganta no lo deja respirar. Cuando hay un tiro libre, de donde sea, lo pide él, con la esperanza de que un gol le deje mostrar la foto que tiene abajo de la camisa y, aunque sea así, besarla, pero todos mueren en la barrera bohemia. El segundo tiempo lo encuentra pateando piedras contra el alambrado, totalmente desentendido del juego, insultado por los hinchas locales. El final del partido, sentado el círculo central, con el referí guyano que le quiere tocar la cabeza para consolarlo, y él que en un gesto agreta lo esquiva y se come una roja insólita. Igual Paysandú ya quedó afuera. Pero eso a quién le importa. A quién le importa el resultado de un partido, comparado con esta estampa cruel de la vida. Sí, es verdad, este cronista debe decir que Atlanta le ganó a Paysandú tres a cero, que en el arco bohemio debutó el nieto de Gatti, que sus jugadores festejaron una victoria merecida con alegría genuina y que ahora viajan a Colombia, donde lo espera el Deportivo Betancourt. Dicho esto, por favor, ahora déjenlo callar.

Paysandú (uru) 0- Atlanta (arg) 3, informe de Lucas Fiszman, para Macri Press International.

domingo, 7 de septiembre de 2008

Paraguayos eran los de antes

por Fabián Preciado

Claramente, ayer hubo un solo equipo con vocación ganadora en el Monumental. Que haya jugado mal, que no le haya encontrado la vuelta al partido, y que resulte inexplicable la presencia de algunos jugadores, es otra cosa, pero el conjunto albiceleste fue el único que apostó a ganar el partido. Porque además, era lo que tenía que hacer: por lo que manda la historia, por la localía, y porque ganando alcanzaba la punta.

De Paraguay, muy poco. Sorprende ver a un equipo del Tata Martino que juege con esa displicencia. En el primer tiempo tuvo todo para ganarlo y no lo hizo. En el complemento, directamente no pateó al arco.

Una a favor del visitante: Argentina puso en la cancha (y en el banco) lo mejor que tiene (a pesar de Heinze, Zanetti y el Cata Díaz). Paraguay no. Las ausencias de Cabañas y Santa Cruz se sintieron y además evidenciaron la falta de recambio que tienen los guaraníes: Tacuara Cardozo nunca rindió en la selección y Haedo Valdez, bueno... menos mal que jugó Haedo Valdéz.

El equipo de Basile volvió a mostrar lo que ya conocemos: poco entendimiento entre un grupo de jugadores que no saben interpretarse dentro de la cancha (el gol de Paraguay es la máxima expresión de esta realidad) y entonces todo pasa a depender de lo que cada uno haga por su cuenta.

El problema es que la cosa se complica si Riquelme, muy impreciso, tiene una mala tarde; si Messi está cansado; si los defensores no conversan entre ellos, y si a Carlitos Tévez se le sale la cadena. (Separata: Parece que Tévez se comió eso de que "en tu club podés jugar de una manera pero en la Seleció tenés que dejar todo".)

Una pena, y menos mal que estaba el Kun Agüero (que con Messi parece entenderse muy bien) en el banco, porque sino todo hubiese sido peor.

En síntesis, un partido malo que se pudo haber ganado como perdido. Ahora quedan un par de días para que el Coco les hablé a los muchachos y se pongan a laburar en serio. En Lima hay que jugar bien y ganar. No queda margen para otra cosa.

sábado, 6 de septiembre de 2008

Los 10 Jugadores más Laguneros que vi (I)

por Fabián Preciado

Lagunero* es aquel futbolista dotado con un talento inigualable, poseedor de una clase digna de los genios, pero que lamentablemente no encuentra un equilibrio psíquico para consolidar una constancia en el desarrollo de su virtuosismo.
Lagunero es aquél que juega bien cuando se le da la gana, combinando destellos de su genialidad con omisiones inexplicables en cualquier partido, no importa si se trata de una final de campeonato o la primera rueda de una Copa de Leche.
A continuación, un decálogo de los jugadores más laguneros que me tocó ver. Por supuesto que la lista (como todo capricho) está incompleta y desde ya se aceptan sugerencias. Eso sí, los que están, han hecho méritos suficientes:

1- Claudio "Bichi" Borghi: Dicen que cuando Silvio Berlusconi lo vio jugar se le iluminaron los ojos porque al fin podía contar con "Su" Maradona (sus enemigos humildes del Nápoli ya contaban con Diego y sus enemigos ricos de la Juve tenían a Platini). Pero el Bichi nunca pudo afianzarse en el AC Milan y terminó deambulando por clubes europeos de poca monta.
Sus mejores años sin dudas transcurrieron en Argentinos Juniors, donde fue fundamental para la obtención del Nacional 85, la Copa Libertadores del mismo año, y figura en la mítica final Intercontinental que el Bicho perdió con la Juventus en Japón.
Jugador de una clase magistral, famoso por sus rabonas maradonianas (aunque era derecho), parecía destinado a suceder al Diez pero lamentablemente no estuvo a la altura de las circunstancias.

2- Rubén "Mago" Capria: El paradigma del jugador lagunero. Excelente número diez producto de las inferiores de Estudiantes de La Plata, recaló en Racing en el Apertura 95. Una de las mejores pegadas que he visto. Se cansó de hacer goles de tiro libre al tiempo que se cansaba de… jugar.

3- Ángel "Matute" Morales: Enganche de gran habilidad surgido de la cantera Roja. Cerebral, bochinesco, siempre se las arreglaba para ver el claro donde meter un buen pase de gol. Debutó en Independiente en el 94 pero como no tenía lugar lo prestaron a Platense, donde la rompió. Volvió un año después para jugar en el equipo de Menotti, y fue figura.
Por un receso en los increíbles calendarios de AFA, se fue con Menotti a la Sampdoria faltando cuatro fechas del Clausura 97, estando Independiente puntero.
Independiente perdió ese torneo y al año siguiente Matute volvió al país para jugar nada menos que en el Racing de Cappa, donde cumplió un gran papel. Al irse Cappa fue vendido a Mexico y nunca más volvió a ser el mismo. Algunas lesiones y su esencia lagunera lo confinaron al montón de jugadores que triunfan en México pero que una vez que vuelven al país, jamás pueden afianzarse futbolísticamente.

4- Fernando "El Rifle" Pandolfi: No es común encontrase con delanteros habilidosos, de esos que hacen 40 dibujos ahí en el piso, pero toda regla tiene su excepción y el Rifle era eso.
No obstante, era hombre un multifacético que prefería la guitarra en lugar de la redonda, cosa que no está mal... pero bueno, así le fue.
Producto de esa generación dorada que asomó en Vélez Sarfield durante los noventa, su corta carrera (de tan solo nueve años), le sirvió para demostrar - a cuenta gotas- condiciones propias de un fútbol de otra época.

5- Cristian Bassedas: Casualmente, otro jugador surgido de Liniers con carrera escasa (1991-2002). Cuentan los hinchas mayores de 30 años, testigos de sus primeros años en el Fortín, que jamás habían visto a un diez velezano con tanta clase e inteligencia. Sin embargo, sus mejores años quedaron allí, en el José Amalfitani, donde obtuvo nueve títulos, entre campeonatos locales, Copa Libertadores, Copa Intercontinental y otros torneos menores. Como todo lagunero, en muy pocas finales de los logros mencionados fue gravitante, y por eso algunos también lo llamaban “pecho frío”. Por lo general, se lucía cuando sabía que el técnico de turno de la Selección lo estaba observando.

Los 10 jugadores más laguneros que vi (II)

por Fabián Preciado

6- Adrián "Máquina" Giampietri: Enganche proveniente de las inferiores de Quilmes. Poseedor de una displicencia propia de la escuela bochinesca, nunca logró cristalizar sus condiciones debido, un poco a sus delirios de grandeza y otro tanto a la birra y el rocanrol (?). Un fenómeno el Máquina, lo vi jugar un par de veces en la cancha de Quilmes gracias a una novia que tenía y me llevaba “a ver al Cervecé”. Lamenté mucho viéndolo deambular sin suerte por clubes de segunda categoría en Europa y otros del ascenso local.

7- Federico “Pocho” Insúa: Formado futbolísticamente en el Club Parque y después en Argentinos Juniors. Enganche habilidoso, de buena pegada, mejor panorama y mucho gol, también jugó en Independiente y en Boca (ahora en México). Nunca lo vi jugar bien un partido entero. Cuando no pide el cambio se va de la cancha moralmente. Su cuerpo queda pero su mente pareciera estar en otro lugar. Sin embargo, donde jugó ha dejado su huella definiendo cosas importantes con sus goles de tiro libre o sus asistencias a los delanteros

8- Giovanni Hernández: El único extranjero de la lista. Excelente alumno de la escuela lagunera colombiana, aquella que tiene en el Pibe Valderrama su mayor expresión. Giovanni jugó en nuestro país para Colón de Santa Fe.
Número diez capaz de definir él solo un partido (de hecho no definió uno sino varios), desaparecía de los partidos cuando su equipo peor la pasaba. Otra de sus especialidades era lesionarse bastante seguido por razones que aún se desconocen.
Colmó la paciencia de los dirigentes sabaleros con la enésima escapada a su tierra natal, otra de sus costumbres.

9- Leandro Gracián: Otro jugador de Vélez pero juro que no existe animosidad. Apareció en la primera en el año 2001, bajo las órdenes de Carlos Ischia. Sin embargo, al igual que ahora en Boca Juniors, el técnico prefería a otros jugadores en su posición.
Gracián se consolido en primera recién en 2005 de la mano de Miguel Russo (otro técnico que también tuvo en Boca) siendo conductor y figura del Vélez Campeón en el Clausura de aquél año. Solo eso. Un campeonato y algunos partidos de Copa Libertadores para demostrar su condición de crack. El resto de su carrera es lo que ya conocemos, una enorme laguna.

10- Pablo Barrientos: La última joyita del fútbol laguneril. Comenzó su carrera en la CAI de Comodoro Rivadavia pero debutó en primera en San Lorenzo de Almagro en 2003. Formó parte de esa oleada de jugadores de 21, 22 años que se fueron tras los euros de los magnates rusos. Jugó en el FC Moscú sin demasiada trascendencia y en 2008 volvió al Ciclón. Con apenas 23 años ya lo mandaron de vuelta. Teniendo en cuenda que por su pase a Rusia (y en Rusia misma) ganó mucho dinero, podría decirse que ya está “hecho” y es el típico talento que en un par de años va a estar jugando en algún equipo chico de primera, para luego terminar jugando en Platense.


*No confundir el concepto de Lagunero con el de Pecho Frío. Un jugador Pecho Frío (tema que trataremos en alguna otra oportunidad) es el que, teniendo talento, suele brindarlo en partidos intrascendentes, donde por lo general, además, convierte goles que no le importan a nadie. Cuando de verdad se lo necesita, simplemente se "borra", se hace echar, o se tira al piso acusando una lesión a los 30’ del primer tiempo.
Por eso es que no entraron en este decálogo el Rolfi Montenegro, Maxi Moralez, Damián Manso, Ezequiel González, Marcelo Gallardo (en sus últimos años), Darío Cabrol y Lucho González, entre otros pecho fríos.
Después de ganar el Pan y Queso podríamos elegir a un Lagunero en el equipo. A un Pecho Frío jamás.

martes, 2 de septiembre de 2008

Los números de Boca

por Fabián Preciado

Estaba en casa ojeando unos Gráficos viejos y vi una foto que nunca más me voy a olvidar. Porque es una imagen que desgraciadamente me tocó ver en vivo y en directo.

A mediados de los ochenta, estuve involucrado involuntariamente en una disputa entre un joven y su padre. El tema es que ese muchacho de casi veinte años era mi hermano, y su papá era también el mío. Mi hermano es hincha de Racing, fanático. Mi viejo, de Boca, y aunque a esa edad había dejado un poco de lado su fanatismo, ya había tolerado que sus cuñados le hicieran hincha de otro equipo a su primogénito, y no estaba dispuesto a que su segundo hijo se le escapara por la misma senda.

Futbolísticamente hablando, fueron años muy prolíficos para mí: Racing estaba en la B y gracias a esta disputa que mencioné, iba los sábados a ver a Racing, y -a veces- los domingos a ver a Boca. Tenía ocho años.

Un domingo Boca jugaba contra Atlanta, y mi papá decidió que era una buena ocasión para ir a la Bombonera. Era una época jodida para Boca: los profesionales no iban a jugar porque estaban de huelga. No les pagaban. Boca presentaba a la cuarta.

Cuando por fin salieron los equipos, se generó una confusión que increíblemente nadie había previsto: ambos equipos pensaban jugar con sus camisetas "titulares" que, ya sabemos, tienen los mismos colores. Inmediatamente, el árbitro del partido mandó a cambiarse a los jóvenes jugadores xeneizes (por ser los locales) y marcharon nuevamente hacia el vestuario.

Impacientes, después de unos minutos la gente se empezaba a preguntar cómo podía ser que tardaran tanto. Habrán pasado unos diez, doce minutos. Cuando los muchachos volvieron a salir por el túnel, la parcialidad local quedó estupefacta. Hete aquí el porqué de la tardanza. Al parecer los utileros de Boca no contaban con un juego de camisetas alternativas, y no se les ocurrió mejor idea que vestir a los jugadores con unas remeras de entrenamiento blancas y pintar, sobre cada una de sus espaldas, unos números muy mal dibujados con fibrón negro. Sí, era Boca. Boca Juniors jugando en la Bombonera, dando uno de los espectáculos más vergonzosos de toda su historia. La gente no lo podía creer. Los más osados se rieron. La mayoría, en cambio, principalmente la gente grande (como mi papá) primero se indignó, luego se llenó de bronca e impotencia, y por momentos quedó al borde del llanto.

Para peor, con el correr de los minutos la transpiración hizo que los números destiñeran y que sobre las espaldas de algunas camisetas se formaran verdaderos garabatos. Como no podía ser de otra manera, Boca perdió. 2 a 1.

A pesar de que Racing no estaba mejor, mi viejo no iba a hacer sufrir a un hijo. Desde aquella vez, dejó de llevarme a la Bombonera y ya no me insistió más con que me hiciera de Boca.


¿Pito?

por Fernando Aíta


Antes de que repitiera tercero y dejáramos de vernos, Matías Morán me dijo que iba a estudiar para referí.

Medio burro, no muy popular, buen pibe, alto, morocho, pelo al hombro y dientes de caballo, si se ponía nervioso tartamudeaba. Me acuerdo lo que le costó putear a Castro, el profesor de matemática que lo bochó en marzo. Le gustaba el fútbol, mucho, y no jugaba mal, ni tampoco lucía: sobrio en el fondo de la cancha, la reventaba sin pudor, ganaba de cabeza, tocaba preciso. Atlético y amigo del profe de gimnasia, no era de los que elegían últimos en la pisada.

Me dijo: Cuando termine el secundario, voy a hacer el curso de réferi. A mí me gusta seguir la jugada de cerca, mirar atento, ver si es fau o no. A veces dirigí partidos en la quinta. A mí me divierte, más que jugar. Hay que correr. No perdés nunca. Y conocés a todos los jugadores. Así decía.

En esa época, Lustó, Crespi, Aníbal Hay, Mario Gallina se vestían de negro y no les hacían reportajes. Te llegaban los nombres por el diario o la radio, los resúmenes de los partidos, o en la cancha si todos coreábamos, por ejemplo, “Lamolina, hijo de puta, la puta que te parió”. Pero si no había jugadas enquilombadas, nadie se enteraba de quién era el cuervo.

“Te van a cagar puteando”, creo que le dije.

Pensé en los árbitros de los torneos de papi infantiles, que hacen extras los fines de semana. Y peor, en los tipos de los campeonatos de grandes que se armaban los días de semana a la noche en la placita, cuando Sagol lo dejó a Gimnasia alambrar la cancha. Todos equipos de amigos y vecinos que venían jugando juntos desde pibes: muchos cracks fisurados y promesas incumplidas que se cagaban a baile. Dos por tres se armaba escaramuza entre esquinas rivales y terminaba en batalla campal. Trabajo insalubre y mal pago.

Los réferis viven de otra cosa, pensé. Me acuerdo que en mis años de cadete me cruzaba seguido con Olivetto en la casa central del Banco Provincia. El línea Otero era profesor de Sociedad y Estado en el CBC de Avellaneda. Giménez es sargento. Me pregunto a qué se habrá dedicado Morán. Los padres tenían una talabartería.