miércoles, 30 de junio de 2010

lunes, 28 de junio de 2010

El ser nacional maradoniano

En el año ‘87 aprovechamos con mi mujer la luna de miel para viajar a Italia, donde vivía mi cuñada. Queríamos ver qué posibilidades teníamos de establecernos allá.

Yo estaba muy deprimido con las cosas que estaban sucediendo acá, con Alfonsín y la ley de obediencia debida y del punto final, de las que ya se estaba hablando; con el plan Austral que entraba en picada; con los reclamos sociales (justificados) de la gente que no tenía tiempo para esperar; y con el peronismo y sus paros que tampoco le daban aire a una democracia temblorosa. Me rodeaba una atmósfera de frustración y un profundo enojo no paraba de crecer dentro mío. Me quería ir al carajo.

En Milán, la nieve y la lluvia no nos abandonaban en todo el día y a las cuatro de la tarde se hacía noche cerrada. Pronosticaban la navidad más fría del siglo y caminar por la ciudad vieja nos obligaba a tomar algo reparador cada tanto, un café, una grapa o las dos cosas.

El bar era largo y angosto, tenía una antigua barra con mostrador de mármol y unos taburetes altos para nada cómodos que invitaban a hacer corta la visita. La pared del fondo del local estaba decorada con un poster gigante del equipo de Milán campeón de la Eurocopa 1980. La pared opuesta a la barra estaba tapizada con una bandera roja y negra que la cubría de punta a punta y de techo a piso. Sobre la bandera se amontonaban infinidad de camisetas y retratos de jugadores del Milan AC de todas las épocas y una casaca de “la squadra azzurra”, enmarcada tras un vidrio, que a la distancia parecía estar firmada por varios jugadores.

Mirando de frente a la barra, en el lugar más destacado del local, había un poster tamaño natural del Diego con la camiseta del Nápoli. Si hubiera sido una iglesia, diría que estaba ubicado sobre el altar mayor, iluminando a un joven Cristo de rulos rodeado de todo ese fanatismo rossonero.

El hombre mayor que atendía y aparentaba ser el dueño, hablaba animadamente con algunos parroquianos en un milanés bastante cerrado, imposible de seguir. Hicimos nuestro pedido y, como era de rigor, con la buena predisposición italiana (o curiosidad), nos preguntó de donde éramos.

¡Para qué!

"Argentina, Argentina, Maradona, il massimo idolo, è sacro come un dio. Noi adoriamo a Maradona, come a San Gennaro… Benedetto, Diego…”. El hombre casi lloraba de la emoción.

No lo podíamos creer. Era como estar en un bar en la esquina de la cancha de Boca y que me dijeran que el Beto Alonso era más que San Martín o algo así.

Terminamos el café y salimos al frío europeo. Mi sensación era contradictoria. Me había ido del país porque no me sentía parte, me parecía que iba a contramano de todos mis compatriotas, que no quería pertenecer a este lugar, a esta gente.

Sin embargo, cuando salí de aquel bar, sentí en el pecho que un argentino había podido hacer algo imposible. Que yo había nacido tres días después que él y vivía cerca del barrio donde había jugado de chico. Y que por más que yo quisiera, nunca iba a poder romper los lazos con mi propia historia.

El Messi argentino

Mientras tanto, en una dimensión paralela a la nuestra, River Plate decide ayudar a Messi en su tratamiento por problemas de crecimiento. Pero el resultado no es el que todos esperaban...

sábado, 26 de junio de 2010

viernes, 25 de junio de 2010

La hija de Pelé 2

Se van angostando los caminos y la influencia de la hija de Pelé se va haciendo cada vez más notable. Dicen que es un demonio inmensamente bello, colmada de una sensualidad tal que es capaz de hacer vibrar a la Jabulani en el aire. A veces habla y su rumor se mezcla entre el ulular de las vuvuzelas… Brasil, Brasil, Brasil…

La llave de Argentina viene con México, Alemania, Inglaterra, Paraguay, Japón, España o Chile (se van a eliminar entre ellos) y casi seguro Portugal. Mortal!!!
La llave de Brasil: Uruguay, Corea del Sur, EE.UU, Ghana, Eslovaquia, Holanda y probablemente Suiza. Parece otra cosa. No digo fácil, pero sí menos complicada.*

El diablo metió la cola.

Minutos después del último partido de Argentina, llamé a la Caja y conseguí una rebaja de $100 en el seguro del auto. Hay que aprovechar el momento.

La hija de Pelé no perdona.

De nada sirve estar atento.


*Nota: Esta entrada es anterior a la definición del último grupo, porque en casa me quedé sin ARNÉ y quería meter esto hoy sí o sí.

miércoles, 23 de junio de 2010

Entrevista a Fernando Signorini, preparador físico de Argentina

Publicada en El País de España.  Les copio un extracto:

"He hablado con muchos de los más emblemáticos de la selección argentina y llegamos a la conclusión de que, con su experiencia, y con la ayuda de un buen médico para casos muy puntuales, cualquiera de ellos sería capaz de entrenarse solos. "¿Entonces para qué es importante el preparador?", les pregunté. Y uno alzó sus dos manos entrelazando los dedos. Para tratar de que el grupo funcione de la mejor manera. Fundamentalmente con una fuerza que no se logra en el gimnasio y que es la fuerza más poderosa que acompaña al ser humano: la fuerza del afecto. Siempre les digo que para poder ayudarlos los tengo que conocerlos. Salvo que seas Gandhi, es muy difícil ayudar a quien no conoces. Y sobre todo, además de conocerlos los tengo que querer porque a una persona querida se la puede ayudar mucho mejor. Para eso uno tiene que tener la capacidad de poder llegarles de una manera tal que ellos puedan sentir afecto y hacer de ese afecto una especie de cobertura que nos ayude a todos a conseguir un título deportivo, y punto."

Y acá va el enlace: http://www.elpais.com/articulo/deportes/Messi/misterio/elpepidep/20100610elpepidep_7/Tes 

Mundiales

Algún comunista dijo que la religión era el opio de los pueblos....

Algún filósofo moderno dijo que la televisión inutiliza la mente de las personas...

Disculpen mi escepticismo. El mundial es la droga moderna, plena de sentimientos nacionalistas, machistas, patrióticos, de himnos nacionales, que genera amnesia y distracción. Es tan pero tan fuerte que hasta creemos ser felices.

sábado, 19 de junio de 2010

La hija de Pelé

Nació en una fría noche de invierno en el Morumbí, hace 24 años. Su padre fue a sentarse solo en una platea del estadio vacío. No quería ver la final por tele. Algo pasó, hizo un trato y nació su hija. Al mismo tiempo, en el estadio Azteca Diego levantaba la copa y la besaba.


La hija de Pelé está en Sudáfrica. Eso está a la vista. Se lesionan Pirlo, Suazo, Ferdinand, Essien, Diarra, Beckham, Drogba, Ballack, Owen, Adler, Robben, Bosingwa, Cabañas.


Brujería. Magia negra. ¿Me siguen?


España perdió con Suiza; Francia con México; Alemania con Serbia; Inglaterra empató magramente con Argelia; Eslovenia y Eslovaquia son el mismo país con distinto nombre, los van a descalificar.


Para disimular nos ilusionan. Todos los nuestros ganan. Parece que se ve a toda Sudamérica en la final. Pero la hija de Pelé va a poner lo suyo llegado el momento.


Se murió Saramago a los 87 años en una isla llamada Lanzarote.


Todo encaja. No cabe otra.

miércoles, 16 de junio de 2010

Sueños mundialistas III

Desde el fondo de la defensa argentina, alguien metía un pelotazo largo, de esos que atraviesan toda la cancha. La jabulani no caía nunca. El que corría como un loco para tratar de pellizcarla era Clemente Rodríguez. Cerca del área rival, la pelota picaba y cuando el arquero saltaba para agarrarla, Clemente con su pelada lustrosa la tocaba por encima del arquero. Gol, gol argentino.

Estoy esperando que llegue el partido donde ver este contraataque perfecto.

martes, 15 de junio de 2010

Sueños mundialistas II

Fer, yo antes del mundial pasado soñé que estaba en un entrenamiento de la selección en Ezeiza.
Estábamos parados en fila en un pasillo largo que al final tenía un arco. A la altura de la mitad del pasilo estaba Pekerman vestido con el equipo de gimnasia oficial. Él tiraba una pelota, la soltaba con las dos manos despacito dejándola ahí adelante y había que pegarle al arco. Yo pensaba ésto es una boludez. Van pateando todos los jugadores por turno. Adelante mío está Saviola. Patea. Me toca. Pekerman me tira la pelota pero es un pollo. Un pollo crudo sin cortar. Yo le doy con todo, el pollo da tres o cuatro vueltas débiles sobre su eje y queda ahí nomás.
Fin del sueño.

Sueños mundialistas

El otro día soñé con Bielsa. Teníamos una charla de fútbol. Él me contaba cómo le gustaba que sus equipos tuvieran la pelota diez minutos y presionaran cinco. "Ahogar al rival, todos marcando, y después tenerla, siempre yendo para adelante".
"Marcelo," le decía yo, "todo bien con tu planteo y el trabajo en la semana, pero a mí me gustan los tipos que rompen esquemas. Ser técnico también es darse cuenta de quién se levantó mal y quién está para comerse la cancha".
El Loco me aseguraba que con su sistema bien aceitado podía cambiar nombres y la propuesta funcionaba igual. Pero no me convencía. "Tevez agarra la pelota, atropella a los defensores, la clava en la red y a la mierda el sistema", le apuntaba. En realidad yo quería soñar con Maradona.

Durante las eliminatorias soñé dos veces. Una mirábamos juntos un partido de la selección (él estaba suspendido) con la compañía de Bilardo. "Me pongo muy nervioso," decía el Narigón y se pasaba el partido caminando por el cuarto. Diego tirado en un sillón: saltaba en las jugadas de peligro y volvía a echarse. Al final ganábamos uno a cero y nos abrazábamos muy emocionados. "No se puede sufrir tanto," se quejaba Bilardo. Después nos íbamos en un colectivo escolar con mi hermano Lalo; Diego manejaba y nos dejaba cerca de la casa de mis viejos.

La otra El Diez venía de visita a la casa de mis padres. Mi mamá no estaba muy convencida y la preocupaba que viniera mi viejo, que directamente no se lo banca. Para colmo el gordo no paraba de bardear. Opinaba de todo -la casa, el país, cómo educar a los hijos- y mi vieja lo miraba callada, se nota que por no ponerse a discutir. Después Diego tomaba agua de una jarra, se volcaba y se mojaba toda la chomba. "Dejá que yo limpio," le decía a mi vieja. En un momento yo le proponía que fuéramos a dar una vuelta: yo estaba contento pero no muy cómodo; él no, se sentía como en su casa. Y bueno, así son los amigos, ¿no?

viernes, 11 de junio de 2010

miércoles, 9 de junio de 2010

El Ángel

por Mariano Fiszman

Entre los 23 nuestros hay un jugador que, más allá de valoraciones más amplias, es un fenómeno, quiero que le vaya bien y creo que la va a romper ahora y en todo lo que juegue: Ángel di María. Qué nombre para jugar en un equipo que le debe mucho a la mano de Dios. Di María: muy flaquito, potrero, zurda, crack, ojos brillantes, velocidad, napia, caños, tacos, rebonas, ayudar al tres, la cortada de Messi lo deja mano a mano, para de pecho el pase largo de Verón, cómo cobra, algo de Ardiles y algo de Discépolo, mucho gol de emboquillada, chutazo y tres dedos.
No sé si ustedes tienen un jugador del que, además de admirar cómo juega, se sienten amigos, festejan más sus aciertos y entienden sus errores, sienten que lo quieren en definitiva, y lo defienden de las puteadas como si fuera el sobrino o el hermano de ustedes.
Este mundial, ese amigo querido para mí es Di María.

martes, 8 de junio de 2010

Panini

Por Laurent Jacobi, desde Francia

No termino mi álbum Panini.
Me falto 55 laminas.
Pero tengo ya algunas reflexiones importan
tísimas.

-Zakumi (official mascot) no es fea. Pero lo difícil es definir su identidad : un tigre verde, un nene, una banana, un alíen simpático o un mezclo de todo.

-Un facto. Panini no es una empresa caritativa y no conoce la crisis. O solo del lado de la inflación: 637 cromos por álbum. Calcular el precio real parece imposible. Porque los famosos dobles, cromos raros, leyendas urbanas y porque sobretodo seria el camino de clausura de la infancia. Los primos pasos hasta la depresión.

-Por primera vez, todos las conjuntas tienen dos paginas (incluso Corea del norte, Nueva Zelandia y Honduras). Es la fin de 4 cabezas africa
nas valen una brasileña.

-Uruguay (como siempre) domina la competición del pelo largo. Accésit por Japón y Serbia.

-Grecia es un país en ruinas. La cuchilla de afeitar se volvió un producto de lujo. Resultado : barba reglamentaria de tres días.

-Los holandeses no van coger frío. Todos tienen l
as remeras cerradas hasta la barbilla.

-Argentina (el Diez) no gusta Panini. Mandó una lista falsa con Zanetti, Gago y Cambiasso.


-Eslovaquia conquista la recompensa “no quiero te cruzar una noche sin luna en un calle vacía”.

-Danmark gana el premio “estoy feliz, tengo dientes blancas y el fotógrafo said whisky”.

-Soy seguro que hay muchas errores en la composición de Corea del Sur.

-14 argelinos sobre 18 son nacidos en Francia. Falto solo un pequeño detalle que se llama Zinedine Zidane.
-Entendí al final porque los portugalés (y los brasileños) tienen todos un apodo. Pepe es mas fácil que Kepler Laveran Liman Ferreira.

-Los españoles (excepto Carles Puyol) van cenar a la mesa de mi tía.

-Los coreanos del norte son gordos. ¿Propaganda?

-El grafista de la Francia descubrí photoshop. Los jugadores parecen santos (o suplicios) con una extraña luz a la redonda de sus cuerpos.

-Premio por emblema poética : Eslovenia (montanas y círculos verdes). Premio por emblema complicada : España (o como hacer un país con 4 idiomas, un rey, la boda gay y 50 anos de dictatura). Premio por emblema sin imaginación : Inglaterra (una red cross y nada mas).

-8 países tienen un animal como tótem. Mexico (¿águila?); Francia (gallo), Nigeria (pájaro local), Corea del sur (Tigre blanco y azul), Alemania (águila), Hollanda (león naranja), Japón (¿cuervo triste?) y Costa de Marfil (el famoso elefante). Que lastima que Argelia no puso su mascota porque no sé como es un “fennec”.

-Los jugadores australianos parecen de Nueva Zelandia.

-Cuauthemoc Blanco es La valor segura. Cuando será jubilado, quizás mi colección no tendría mas sentido.

sábado, 5 de junio de 2010

Claridad

Esto es de la página sentimientobohemio.com.ar

AÑO X - NÚMERO 343 / Lunes 31 de mayo de 2010

ENRIQUE MARTIN, DE MEMORIA
De ascensos y descensos
POR ENRIQUE MARTIN


Una escena de los '80.

Se fue Chacarita y llegó All Boys ¿Nos toca en algo? Bueno, sin querer competir con la interesante nota aparecida en SB la semana anterior, se me ocurren algunas cositas para compartir con los lectores. En principio, reiterar por enésima vez que el único rival clásico de Atlanta es Chacarita, que es y será Chacarita, inclusive porque ellos también lo siente así. Lo de All Boys es un invento de la modernosa enemistad de pibes, que si conocieran la historia no le darían ni cinco de bola a los de Monte Castro (que de ese barrio son y no de Floresta). Atlanta jugó 45 temporadas en primera división y All Boys apenas 8, con la salvedad que hubiesen sido una o dos, con suerte, dado que en aquella década del 70 se suspendieron los descensos. Cuando los reinstauraron, All Boys marchó.

Otra cosa. He leído por ahí que All Boys se reclama clásico de Nueva Chicago, y eso es cierto, porque los dos animaron cien años la vieja Primera B. Suena ridículo que los de Mataderos pretendan ser el clásico de Vélez, como suena más ridículo aun que los de Vélez se erijan en el supuesto clásico de San Lorenzo. Son boludeces. Pendejadas. La historia está escrita. San Lorenzo con Huracán, Vélez con Ferro (mal que les pese), All Boys con Chicago y Atlanta con Chacarita. Ah, y Platense con Tigre. Y Argentinos que se arregle, pese a su digna consagración.

Ahora bien. Chaca se fue y All Boys volvió después de 30 años. Esto es otra cosa. No, para envidiar, sino para tomar nota. Lo de Chacarita era previsible. Llegaron como pudieron, apostaron a los mismos jugadores; la cancha no está terminada, cambiaron cuatro técnicos y terminaron todos peleados. Un desastre coronado con la vuelta a la B Nacional. Bienvenidos.

El caso de All Boys es diferente. Y aunque se enojen los bohemios, y se enoje Korz y quien quiera enojarse, este club hace rato que hace las cosas bien. Despacito construyó su estadio de cemento, bien cerradito, bien hecho, bien pensado. Tiene iluminación y capacidad para jugar en primera. Suman socios y los socios y los hinchas (igual que los de Atlanta, ponen y ponen; en esto estamos iguales). Ellos tienen un espíritu barrial que nos supera, por aquello que el Villa Crespo cosmopolita se diluyó en la nada. El barrio está perdiendo identidad, y Atlanta hace rato que perdió hinchas en el barrio. All Boys no. Hay mancomunidad. Y es notoria. En Atlanta no es así.

Tampoco es igual el manejo del fútbol (la manija del asunto). All Boys hace rato que piensa en grande. El día que volvió a la B Nacional, su presidente anunció (lo recuerdo) que en un año estarían en primera. Le pifió por poquito. Pero siguió en la misma línea. Plantel de calidad, algo caro pero eficaz, un técnico de la casa (jugador de lujo en el ascenso 72), al que bancaron cuando perdió cinco al hilo, economía saneada. Y nada de convertirse en sucursal de nadie. Es decir, si el fútbol es el que nos da de comer (por la TV, se entiende) apuntemos hacia allí nuestros cañones. En Primera el dinero se recontramultiplica. Y Korz lo sabe. También debería tomar nota de quienes hacen las cosas bien en esta materia, que es su asignatura pendiente. Esta conducción de Atlanta ha aprobado largamente en decencia, laboriosidad y amor por los colores. Nada que objetar por ese lado. Pero en el fútbol no. No funciona. Somos chicos sin ideas.
Busquemos entre nosotros. Propongo nuevamente a Mario Szerman y a quienes él considere mejor dotados para la tarea. Entremos en el siglo XXI del fútbol. Tendremos la sede terminada en un tiempo cercano. Y vale. Tenemos un par de tribunas. Y vale, aunque hay que seguir metiendo cemento. Nos falta el salto de calidad futbolero. Y aquí no alcanza con honestidad y buenas intenciones. Hay que saber. Que vengan los que saben. O que se preparen para saber. Que pasen bien.


Enrique Martín



Enrique Martín tiene 57 años y vive en el barrio de Balvanera. Es periodista, escritor y autor de la novela Bohemios.