Bohemios de viaje (1852)
La tribu profética de pupilas ardientes
ayer se puso en marcha, llevando a sus chiquitos
en la espalda, o entregando a su enorme apetito
el tesoro siempre pronto de sus tetas pendientes.
Los hombres caminan bajo armas relucientes
junto a carros donde viajan los suyos apretados,
paseando por el cielo sus ojos cargados
con la triste nostalgia de quimeras ausentes.
Desde el fondo de su agujero arenoso, el grillo,
cuando los ve pasar, redobla su estribillo;
Cibeles, que los quiere, agranda sus verduras,
saca agua de las piedras y flores del desierto
ante estos viajeros, para quienes está abierto
el imperio familiar de las tinieblas futuras.
La tribu profética de pupilas ardientes
ayer se puso en marcha, llevando a sus chiquitos
en la espalda, o entregando a su enorme apetito
el tesoro siempre pronto de sus tetas pendientes.
Los hombres caminan bajo armas relucientes
junto a carros donde viajan los suyos apretados,
paseando por el cielo sus ojos cargados
con la triste nostalgia de quimeras ausentes.
Desde el fondo de su agujero arenoso, el grillo,
cuando los ve pasar, redobla su estribillo;
Cibeles, que los quiere, agranda sus verduras,
saca agua de las piedras y flores del desierto
ante estos viajeros, para quienes está abierto
el imperio familiar de las tinieblas futuras.
(de Las flores del mal, de Charles Baudelaire)
Traducción: Mariano Fiszman
es bueno el escudo de Atlanta.
ResponderBorrarojalá que la reinaguración disipe las tinieblas futuras de las que habla Carlos
saludos al pueblo bohemio!
ResponderBorrarqué salga todo lindo
abrazos desde avellaneda
pd: muy bueno el poema y la asociación (no sabía que Charles era de Atlanta)