por Fernando Aíta
Venía en el 152 por Cabildo hacia el sur. Cerca de Carranza, el bondi arranca con ímpetu desde una parada pero a los treinta metros empieza a bajar la marcha. Un grupo de chicos que venían de jugar a la pelota le hacían señas de que por favor parara. El chofer frena y uno de los pibes se lanza a toda carrera y sube, agitado. Desde abajo otro le grita: Eh, garca, ¿por qué no corrés así en la cancha?
Ajajaja. Genial.
ResponderBorrarBilardo dice que nunca supo de un chorro que haya sido capturado porque se desgarró en la huida.