viernes, 26 de septiembre de 2008

¿Quién da más?

Por Fabián Preciado

La historia es así: muy pronto van a realizarse elecciones en Racing para que los socios puedan elegir a las autoridades que gobernarán el club los próximos tres años (en la actualidad, el club de Avellaneda es conducido por un interventor, un órgano fiduciario de tres personas, y un juez). Claro que, uno de los principales problemas para establecer una fecha definitiva de los comicios es que primero hay que pagar la última cuota de la quiebra: 4 millones de pesos. De cualquier manera, como mucho, se supone que en marzo se tendría que votar.Por todo lo dicho, los días que La Academia juega de local, el clima electoral en las adyacencias del Estadio aumenta partido a partido. Pasacalles, pintadas, gente hablando de política antes de entrar a la cancha y chicas ligeras de ropa repartiendo volantes (la agrupación de un ex novio de Moria utilizó ese recurso el último sábado); hacen que el hincha de Racing viva una politización como -me animo a decir- hacía décadas no se veía.
El tema es que todo este clima proselitista, hizo que a mí me dieran ganas de averiguar que tengo que hacer para poder votar. Puede parecer una pregunta tonta pero no es tan así: Resulta que en la última época de Fernando I o en los primeros meses de Fernando II (ya no recuerdo) tomé la decisión de no pagar más mi cuota social y empecé a ir a la cancha cuando me pintaba, echando mano a los tipos de control, que me conocen hace muchos años. En lugar del sagrado ritual que durante años había practicado, opté por esta práctica, más propia de periodista partidario (?) que de hincha. Ya se, no debí hacerlo pero lo hice. Lo hecho, hecho está (?).
La cosa es que el sábado me dirigí al Centro de Atención al Socio, que se encuentra -paradójicamente pero esto es Racing- debajo de la popular visitante. Cuando le expliqué la situación al joven empleado del club, este me solicitó el carné.
Acto seguido, mientras lo sostenía el plástico con su mano izquierda, miraba con preocupación el monitor de su computadora. Después anotó unos números en un papel y estoicamente me soltó:
-Esta es tu deuda.
Al ver el papel solo atiné a exclamar:-¡A la Flauta!
El papelito, escrito con tinta azul, mencionaba la friolera de ochocientos pesos.
Entonces, se me ocurrió una idea mejor: Salvo que la denominada "Mesa de Enlace" (el grupo de socios más combativos que siempre estuvieron contra el gerenciamiento) pueda consensuar una lista de unidad -cosa que, hoy por hoy, yo veo difícil-, el resto de las agrupaciones con posibilidades de ganar llevan como candidatos a dos clases de personas:

1-Los Garcas que todos/as conocemos.

2-Gente grande (por no decir anciana) que conserva algún prestigio pero tiene detrás a otros impresentables que todos/as conocemos.

Así que la idea es la siguiente: ¿Quieren mi voto? Muy bien, entonces páguenme la deuda. Sí señores, leyeron bien. Son 800 mangos, una bicoca comparada con lo que ustedes se van a afanar una vez que asuman el gobierno del club y empiecen a rapiñar porcentajes de los pases de los jugadores. Así yo puedo volver a ser socio pleno y disfrutar de la cancha y de la pile (?) sin perder mi Nº de Socio original.

Va en serio, piensenló.

NOTA: no voy a dar mi Nº de Socio. Si tienen una propuesta seria comuníquense con este blog y lo charlamos.

4 comentarios:

  1. me solidarizo con las víctimas del surrealismo pesadillesco racinguista, pero me parece que la propuesta vulnera la "calidad institucional"

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  2. ¿qué fernando, de la rúa?

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  3. Hablando de Racing, la única manera que tiene de hacer tres goles en un mismo partido es que su rival haga dos en contra, por lo menos.

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  4. Tené paciencia que después de las elecciones puede venir una amnistía, capaz que te condonan (qué palabra) la deuda.

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