lunes, 13 de octubre de 2008

Argentina II - Uruguay I

Por Fabián Preciado

El triunfo, un logro que tranquiliza.
Sin dudas, si algo se esperaba de la selección era que el sábado ganara. Por supuesto que jugara bien, pero por sobre todo lo demás que ganara.
La cancha no está llena y Riquelme no canta el himno. Los championes de Abreu son horribles.
El partido empezó con dos situaciones que la mayoría no esperaba: Uruguay presionando y el Coco Basile prestándole atención al partido y dando indicaciones.
Sin embargo, a los seis minutos, Argentina se pudo poner en ventaja gracias a un gol raro: habilitación del militante PRO que dirigía el partido, centro de Riquelme y gol de Messi que muestra la remera de festejos de gol más fea que vi en mi vida.
Esta jugada condicionó el resto del partido, porque a partir de ahí Argentina pasó a ganar 1 a 0: no es lo mismo ganar 1 a 0 que ir empatando.
Unos minutos después, creo que a los doce, centro de Carlitos Tévez, tiro de Cambiasso que el palo devuelve al punto del penal, donde la agarra el Kun Agüero que venía corriendo. Gol. Dos a Cero. Está jugada condicionó todavía más el partido porque no es lo mismo ir ganando 2 a 0, que 1 a 0.
El primer tiempo se siguió jugando como desde el inicio, bajo un cielo gris oscuro que regaba el césped del monumental con una lluvia intermitente y fría. Basile seguía dando indicaciones.
Pasaron muchas cosas. Alguna jugada de Heinze que me hizo vibrar de la emoción, una escapada del Pupi. No mucho más. Menos mal que el partido se jugó un sábado a la tarde y uno tenía mejores cosas que hacer.
Antes de ir a descansar, Lugano metió un gol para Uruguay. El partido ya estaba 2 a 1 pero esto no condicionó a casi nadie, solo a los jugadores uruguayos que pensaron que lo podrían empatar. No way. Este Uruguay es malísimo, sus 11 jugadores son malos. Sin Forlán, este equipo solamente le pueden meter un gol a nuestra selección. Pero solo uno.
El relator habla del seleccionado oriental y yo pienso, por lo mal que juegan al fútbol, que deben ser indonesios o taiwaneses. Nunca rioplatenses.
En el segundo tiempo, a los 11 minutos, se cortó la luz en lo de Charly (así se llama, no?). La electricidad volvió tres minutos antes de que finalizara el partido, que siguió movidito y hasta tuvo un par de amagues de pelea.
Una suerte, justo para escuchar a Mascherano que contó más o menos lo que pasó desde que se cortó la luz. No le entendí nada a Mascherano.

1 comentario:

  1. parece que fue todo choto
    lo más choto fue el referí
    y las "garra charrúa" que fue un cagadero a patadas

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