El tiempo pasó, fueron cayendo casi todos y un día le tocó al autodenominado más grande. De golpe el millonario se encontró cirujeando, tirando un carro muy pesado para su espalda de sommier, comiendo sobras que años atrás tiraba sin mirar. Esos crotos eran sus nuevos compañeros de juego, y peor todavía, todos querían robarle su mendrugo.
El padecimiento de ser parte del planeta Sábado le inspiró a Esteban Serrano una serie de crónicas dibujadas en las que retrató el calvario de un hincha de River por las 38 estaciones del ascenso. El resultado es este libro, Sábado, editado por Galería editorial: http://www.galeria-editorial.com.ar/sabado.html
Acá va una muestra, la del día en que creyó que no volvían nunca más.